NATILLAS CASERAS CARAMELIZADAS


Cualquier recetario de postres que se precie tiene que tener una receta de natillas caseras, su sabor es un empujón hacia la infancia directo y sin piedad. Típica receta para niños desganados o salientes de una enfermedad, receta de mimos, en fin, una receta imprescindible. 


En mi casa se hacían las natillas con ayuda de los polvos para natillas "Pearce Duff" como en la mayoría de las casas canarias, otra influencia inglesa que nos ha quedado de recuerdo,  pero no creas que se añadía la leche al preparado y listo, no. Los polvos sólo sustituían a la harina de maíz con el sabor a vainilla, que es lo que realmente son, el resto eran los ingredientes de las natillas auténticas, si bien la proporción de huevos que se añade es menor.

Ingredientes:
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hierro para caramelizar
Las natillas con Pearce Duff llevan para 1/2 litro de leche, una cucharada sopera de Pearce Duff, una o dos yemas de huevo y de 6 a 8 cucharadas de azúcar, más canela en rama y en polvo y piel de limón (sólo la parte amarilla).

Las de hoy llevan para 1/2 litro de leche, una cucharada sopera de Maizena, 4 yemas de huevo y 4 cucharadas de azúcar, 1 cucharada de azúcar vainillado (esta vez añadí una cucharadita de pasta de vainilla), además de la canela y la piel de limón.

Para caramelizarlas se esparce azúcar por la superficie ya bien cuajada y se quema con un hierro como el que ves en la imágen o con un soplete.
Esta versión caramelizada tiene de bueno que desaparece esa capa superficial de "nata" que a muchas personas les desagrada.


Preparación
Se pone la leche en un cazo a calentar con una piel de limón y un palo de canela hasta que empiece a hervir. En ese momento retiramos del fuego y dejamos infusionar hasta que se enfríe.
En otro cazo ponemos el azúcar, y el azúcar vainillado, la maizena y mezclamos añadimos las yemas y removemos para que se vayan deshaciendo. 
A continuación vamos vertiendo la leche a la que retiramos la canela y la piel de limón y que estará fria, poco a poco y sin dejar de remover. Cuando se hayan mezclado bien los ingredientes, volvemos a poner al fuego a una potencia media durante unos 15 minutos, removiendo de cuando en cuando hasta que se consiga una textura cremosa. Pasamos a los cuencos donde la vamos a presentar. Ponemos a enfriar y cuando esté a temperatura ambiente pasamos a la nevera por unas horas, o mejor toda la noche. 
En el momento de servir se carameliza la superficie con un hierro especial para ello o con un soplete.




Esta receta se publicó primero en http://todoconazucar.blogspot.com.es/

¡Hasta la próxima!

Esther

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